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Por Charlestien Harris

En esta época de incertidumbre, mucha gente se ve obligada a tomar decisiones nefastas que podrían afectar a su futuro financiero durante mucho tiempo. Si sus problemas financieros se derivan de un exceso de deudas o de su incapacidad para pagarlas, el frecuente anuncio de empresas de gestión, liquidación o consolidación de deudas puede resultar atractivo.

Los planes de gestión, liquidación y consolidación de deudas no son para todo el mundo. No sugiero inscribirse en uno a menos que un asesor de crédito certificado haya dedicado primero tiempo a revisar a fondo su situación financiera y le haya ofrecido recomendaciones personalizadas sobre la gestión de su dinero.

Para una visión general de cada tipo de plan, siga leyendo.

En un plan de gestión de la deudaEn esta modalidad, usted deposita dinero cada mes en una cuenta abierta por la organización a la que se ha suscrito para saldar deudas. Esta utiliza sus depósitos para pagar sus deudas no garantizadas, como las facturas de sus tarjetas de crédito, préstamos estudiantiles y facturas médicas, de acuerdo con un calendario de pagos que la empresa elabora con usted y sus acreedores.

Es posible que sus acreedores acepten bajarle los tipos de interés o renunciar a determinadas comisiones. Pero es conveniente que consulte a todos sus acreedores para asegurarse de que le ofrecen las concesiones que se describen. Para que un plan de gestión de deudas tenga éxito es necesario que realice los pagos con regularidad y puntualidad, y puede tardar 48 meses o más en completarse. Pida al asesor de deudas que calcule cuánto tiempo tardará en completar el plan. Es posible que tenga que comprometerse a no solicitar ni utilizar ningún crédito adicional mientras participe en el plan.

Liquidación de deudas es negociar con los acreedores para saldar una deuda por menos de lo que se debe. Este método se utiliza más a menudo para saldar una deuda importante con un solo acreedor, pero puede utilizarse para tratar con varios acreedores. La perspectiva de pagar menos de lo que debe -mucho menos en algunos casos- hace que la liquidación de deudas sea una opción atractiva para eliminarlas. Aunque se liquide la deuda, a menos que se llegue a un acuerdo por escrito que establezca que la deuda se notificará a las agencias de crédito como "pagada según lo acordado con un saldo cero" y que la deuda sobrante no se venderá a otra empresa, puede acabar teniendo que hacer frente a la deuda restante. A menudo, la deuda restante se vende a otra agencia de cobro de deudas y el proceso puede repetirse una y otra vez.

Consolidación de deudas es un esfuerzo por combinar deudas de varios acreedores y luego pedir un único préstamo para pagarlas todas, con suerte a un tipo de interés reducido y con una cuota mensual más baja. Suelen hacerlo los consumidores que intentan estar al día con las facturas de varias tarjetas de crédito y otras deudas no garantizadas. Si se siente abrumado por la gran cantidad de facturas que llegan a su casa cada mes, la reunificación de deudas puede ser una buena opción para aliviar su deuda, pero sólo si es capaz de frenar sus hábitos de gasto.

El objetivo de estas tres opciones es hacer que su deuda sea más manejable. Si se utilizan correctamente, cualquiera de ellas puede ayudarle a salir antes de sus deudas y a ahorrar dinero. La próxima semana entraré en detalle sobre los pros y los contras de la liquidación y la consolidación de deudas. Como consejero certificado de crédito y vivienda, le recomiendo que haga su tarea cuando se trata de las opciones discutidas en este artículo, y si necesita información adicional por favor póngase en contacto conmigo en charlestien.harris@southernpartners.org o al 662-624-5776. Hasta la semana que viene, ¡manténgase en buena forma financiera!