Por Charlestien Harris
ATENCIÓN Julio es el Mes Nacional del Consumidor Militar. Descubrí este hecho poco conocido mientras investigaba para mi artículo semanal. En este país disfrutamos de nuestra libertad gracias a los dedicados miembros del servicio que la protegen con honor. En reconocimiento a sus sacrificios, decidí destacar algunas cuestiones financieras que pueden descarrilar el éxito financiero de los consumidores militares.
La vida de un militar suele ser estresante y difícil. Los frecuentes traslados pueden afectar considerablemente a la estabilidad financiera del personal militar, ya sea individualmente o como parte de una unidad familiar. Estos retos son sólo algunos ejemplos de los obstáculos financieros a los que se enfrentan los consumidores militares cuando intentan equilibrar sus finanzas personales con un exigente estilo de vida militar.
He aquí cinco retos financieros específicos a los que suelen enfrentarse los militares y sus familias:
Reto #1: Gestión de altos niveles de endeudamiento
Muchas familias de militares tienen deudas considerables, como saldos de tarjetas de crédito y préstamos personales. Por término medio, las familias de militares se trasladan cada dos o tres años, incurriendo a menudo en gastos no reembolsados como alojamiento temporal, depósitos múltiples y tasas de servicios necesarios para adaptarse a un nuevo entorno. Según una encuesta realizada por la Liga de Cooperativas de Crédito de Tennessee, al menos el 70% de las personas declaran haber tenido que hacer frente a gastos superiores a $500.
Reto #2: Salvar la dificultad
Los traslados frecuentes pueden obstaculizar la capacidad de ahorro. Entre los obstáculos más comunes se encuentran la insuficiencia salarial, la inflación y el elevado coste de la vivienda. La asignación básica para vivienda (BAH) tiene por objeto ayudar a los miembros del servicio a costearse una vivienda adecuada en su zona de destino. Es una parte crucial de la compensación militar, determinada por la ubicación, el grado de pago y el estado de dependencia. Sin embargo, la BAH a menudo no cubre totalmente los gastos de vivienda, lo que dificulta el ahorro de las familias.
Reto #3: Establecer ahorros de emergencia
Según la Military Family Advisory Network, al menos el 27,4 por ciento de las familias de militares en activo tienen menos de $500 en ahorros para emergencias. Y lo que es aún más preocupante, el 49,2% de esas familias carecen de un plan práctico para solicitar ayuda en caso de emergencia financiera y no disponen de medios para contribuir a un fondo de emergencia. El estrés financiero es una preocupación importante para un gran porcentaje de familias de militares.
Reto #4: Elevado coste de la vivienda
Aunque ya se ha mencionado, el elevado coste de la vivienda sigue siendo un reto persistente. Factores como el traslado, los bajos salarios y las limitadas opciones de vivienda asequible contribuyen a este problema. Muchas familias de militares pagan más de lo que pueden permitirse razonablemente por la vivienda.
Desafío #5: Desafíos laborales del cónyuge
Los cónyuges de militares suelen tener dificultades para encontrar y mantener un empleo, lo que aumenta la presión financiera. El aumento del coste de la vida -especialmente en zonas con alta concentración de personal militar- puede afectar gravemente a los presupuestos. Los despliegues pueden acarrear gastos inesperados, como guarderías, viajes y gastos de comunicación. Estos gastos suelen cubrirse con los ingresos del cónyuge que trabaja, si hay empleo disponible.
Extendemos nuestro más sincero agradecimiento a las familias de los militares por los muchos sacrificios que hacen para mantener nuestro país seguro y libre. Al llamar la atención sobre los retos financieros a los que se enfrentan, podemos entender mejor por qué estos problemas se acumulan tan rápidamente. Esperamos que esta concienciación nos inspire para desarrollar soluciones prácticas que apoyen a nuestros militares y a sus familias.
Para más información sobre este y otros temas financieros, puede enviarme un correo electrónico a charlestienharris77@gmail.com o escriba a P.O. Box 1825, Clarksdale, MS 38614.
Hasta la semana que viene: ¡manténgase en forma desde el punto de vista financiero!