Por Charlestien Harris
Esta pandemia nos ha obligado a cambiar nuestra forma de hacer negocios y tareas cotidianas como comer fuera, recibir asistencia sanitaria y pagar nuestras facturas. Una de las principales formas que tienen los consumidores de hacer frente a sus obligaciones financieras es mediante el uso de una tarjeta de débito.
Una tarjeta de débito es una tarjeta de pago que deduce dinero directamente de la cuenta corriente del consumidor para pagar una compra. Las tarjetas de débito pueden eliminar la necesidad de llevar dinero en efectivo o cheques físicos y permiten a los consumidores hacer compras en línea.
En esta época de incertidumbre, utilizar su tarjeta de débito de forma segura no debería ser algo de lo que tuviera que preocuparse. Sin embargo, los estafadores siguen buscando oportunidades para robar dinero e información personal. No tendrá que entregar su dinero ni su información personal a los estafadores si sigue estos sencillos pasos:
- Proteja su número PIN. No facilite su número de identificación personal (PIN) a nadie que se lo pida y no lo guarde anotado en ningún lugar de su bolso o cartera. No utilice su PIN en el surtidor de gasolina. En su lugar, utilice su tarjeta en la función de compra a crédito para evitar que alguien la vea. De hecho, utilizar la tarjeta de débito en el modo de tarjeta de crédito puede ofrecerle una protección de responsabilidad adicional, dependiendo de su banco.
- Cree una cuenta separada para las compras diarias. Es posible que desee crear una cuenta separada no vinculada a la tarjeta de débito que utiliza para pagar el alquiler / hipoteca, facturas de servicios públicos y otros gastos mensuales. Si la tarjeta se ve comprometida, la cuenta especial que ha creado sólo permitirá retirar los fondos vinculados a esa tarjeta, protegiendo así el dinero de su cuenta corriente habitual.
- Utilice únicamente cajeros automáticos situados en un banco. Los cajeros automáticos (ATM) situados en tiendas de conveniencia, estaciones de metro, aeropuertos y otros lugares tienen un mayor riesgo de que un ladrón les coloque un dispositivo "skimming", que podría interceptar y almacenar los datos de su tarjeta de débito. Esto también ocurre a veces en los bancos, pero es más fácil que ocurra en un lugar sin cámaras de vigilancia.
- No utilices accesos inalámbricos públicos para realizar transacciones financieras. Asegúrese de que utiliza una señal inalámbrica protegida con contraseña para consultar el saldo de su cuenta bancaria, pagar facturas y hacer compras, de modo que los piratas informáticos tengan menos posibilidades de capturar su contraseña y la información de su cuenta.
- Notifique al banco si viaja fuera del estado. El banco puede colocar una alerta de viaje en su tarjeta para evitar que la bloqueen por transacciones sospechosas o fraudulentas. Este consejo funciona de verdad. He estado en algún sitio que no era mi casa y he intentado comprar artículos y el emisor de mi tarjeta me ha llamado para preguntarme si era yo quien estaba haciendo la compra. Una vez que confirmé la transacción, mi compra fue aprobada. El mero hecho de saber que contaba con esa capa adicional de protección me dio una sensación de seguridad.
- Compruebe a menudo sus extractos bancarios e informe inmediatamente de cualquier problema. Para recibir una protección total contra el fraude por parte de su banco, acostúmbrese a revisar su cuenta bancaria en línea al menos una vez a la semana o incluso a diario. Si le roban la cartera y le faltan las tarjetas de crédito y débito, no dude en denunciarlo de inmediato; también debe denunciar inmediatamente cualquier transacción no autorizada. Si le roban la tarjeta de débito, puede ponerse en contacto con la policía y guardar una copia de la denuncia, para tener un apoyo adicional cuando quiera que su banco le reembolse los gastos.
Estos sencillos pasos pueden ayudarle a mantener su tarjeta de débito a salvo de los ladrones que buscan la forma de robarle el dinero. La Comisión Federal de Comercio también ofrece abundante información sobre este tema en su sitio web: www.ftc.gov. Hasta la semana que viene, ¡manténgase en buena forma financiera!